Barcelona dice adiós a la fiesta nacional
La pasada semana asistimos a un hecho insólito en nuestra sociedad. Y es que el Ayuntamiento de Barcelona aprobó en un pleno, mediante una ajustada votación, declararse ciudad antitaurina. La decisión, de la que mucha gente se sentirá satisfecha, merece que se abra un debate en torno a ella.
Mi pregunta es la siguiente: ¿por qué se toma una decisión de este tipo en una comunidad como Cataluña, gobernada por una coalición de partidos de izquierda (PSOE), y otro de extrema izquierda (ERC)? La principal razón que me viene a la mente es el ardiente deseo de la política catalana de desvincularse de todo aquello que pueda relacionarles con el estado español. Partiendo de esa base, me parece que la defensa y protección del toro de lidia, razón que podría pensarse en un principio para entender esta medida, queda escondida por detrás de intereses políticos y "nacionales".
Por tanto, creo firmemente en que esta decisión es del todo errónea, ya que son muchos y muy buenos los aficionados a la fiesta de los toros que hay en Barcelona, y que dicha plaza ha sido durante muchos años uno de los centros neurálgicos de la actividad taurina en España. Por esto, y por muchas más razones que se apoyan en el peso de una larga tradición de toros, toreros, triunfos, cornadas...y sobre todo arte, mucho arte, privar a los barceloneses de un espectáculo de tal dimensión me parece una aberración.
El mundo se nos va de las manos... ¿la razón principal? La falta de respeto entre unos y otros. Por eso le digo al Ayuntamiento de Barcelona que predique con el ejemplo, y que respete a quien quiera disfrutar de una buena tarde de toros.
Mi pregunta es la siguiente: ¿por qué se toma una decisión de este tipo en una comunidad como Cataluña, gobernada por una coalición de partidos de izquierda (PSOE), y otro de extrema izquierda (ERC)? La principal razón que me viene a la mente es el ardiente deseo de la política catalana de desvincularse de todo aquello que pueda relacionarles con el estado español. Partiendo de esa base, me parece que la defensa y protección del toro de lidia, razón que podría pensarse en un principio para entender esta medida, queda escondida por detrás de intereses políticos y "nacionales".
Por tanto, creo firmemente en que esta decisión es del todo errónea, ya que son muchos y muy buenos los aficionados a la fiesta de los toros que hay en Barcelona, y que dicha plaza ha sido durante muchos años uno de los centros neurálgicos de la actividad taurina en España. Por esto, y por muchas más razones que se apoyan en el peso de una larga tradición de toros, toreros, triunfos, cornadas...y sobre todo arte, mucho arte, privar a los barceloneses de un espectáculo de tal dimensión me parece una aberración.
El mundo se nos va de las manos... ¿la razón principal? La falta de respeto entre unos y otros. Por eso le digo al Ayuntamiento de Barcelona que predique con el ejemplo, y que respete a quien quiera disfrutar de una buena tarde de toros.
1 comentario
jesús_ -